También conocido como tiburón sarda o lambia, el tiburón toro es de contextura bastante robusta, tan musculoso como el blanco, pero mucho más pequeño, midiendo entre 2,5 y 3,5 metros en promedio. Su cabeza, a diferencia de la del blanco, es más corta y sobre todo compacta, lo que le permite tener una mordida bastante fuerte, una de las más letales del océano.
Su cola no es simétrica como la del tiburón blanco, sino con un extremo superior largo y un inferior corto. No se conoce con certeza la función específica de este tipo de cola, pero es común en todos los tiburones de aguas cálidas o de poca profundidad. Lo que sí se sabe es que los hace más lentos con respecto a otras especies.
El tiburón toro es de aguas cálidas o tropicales, por lo que puede encontrársele en toda la zona ecuatorial de los océanos Atlántico, Pacífico e Índico.
Ama el agua cálida y las superficies llanas, por lo que no suele navegar más allá de los 25 metros de profundidad. Acostumbra a explorar los estuarios para alcanzar el agua dulce. Por esto se encuentran también en lagos y ríos. Su presencia en aguas dulces le ha dado la fama de comedor de hombres, pues se encuentra mucho con personas y por su temperamento altamente agresivo e impredecible suele atacar e insistir en morder una y otra vez.
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