Las playas australianas son de las más asediadas por los tiburones blancos, una especie en peligro de extinción. Pese a ello, las autoridades han decidido llevar a cabo un plan para matar a ejemplares de esta especie que representan un riesgo para los bañistas de las principales playas de Australia.
Este nuevo plan fue anunciado por el Primer Ministro de Australia, Colin Barnett. Tras el anunciamiento de esta nueva medida, los activistas han expresado su total repudio.
“Siempre vamos a poner antes la vida y la seguridad de los bañistas que la de un tiburón”, dijo Barnett a ABC radio. “Este es, después de todo, un pez, vamos a ponerlo en perspectiva”.
En el último año, se han registrado 5 ataques mortales de tiburones en el occidente de Australia, lo que llevó a los residentes a exigir a las autoridades un plan para que esto se redujera.
La nueva financiación pagaría por un servicio al Departamento de pesca para que se encargue de rastrear, atrapar y matar a los tiburones que se acerquen demasiado a los nadadores.
El tiburón blanco es una especie protegida en aguas australianas, pero la nueva política permitiría que los funcionarios del Departamento de pesca eliminen a esta especie cuando lo consideren necesario.
Los tiburones son comunes en aguas de Australia. Sin embargo, anualmente, en promedio, se registra una muerte por el ataque de uno de estos animales.
Parece que a Colin Barnett se le olvidó que los bañistas son los invasores del hábitat natural del tiburón y que su medida es evidentemente un remedio que no soluciona el problema, sino que además pone en más riesgo a una especie en peligro de extinción.
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