jueves, 6 de septiembre de 2018

el tiburon blanco aparece en los juegos paraolimpicos de Londres


Achmat Hassiem se ha convertido en una de las estrellas de los Juegos Paralímpicos de Londres por un doble motivo. El deportivo, al haber conquistado una medalla de bronce en los 100 metros mariposa; y el emocional, ya que su historia es una de las pruebas de superación más conmovedoras que puede ofrecer el deporte.
Todo ocurrió en el año 2006, cuando Achmat se encontraba surfeando en una playa de Ciudad del Cabo junto a su hermano pequeño, Taariq. Un tiburón blanco apareció en el horizonte y se fue directo a por su hermano, tal y como publica Almudena Rivera en marca.com.

"Entonces empecé a chapotear para distraer al tiburón, alejarlo de mi hermano", recordaba Hassiem, que vio cómo el animal se dirigía directamente hacia él. "Yo sabía que a los tiburones les gusta atacar desde abajo, pero no atacó, me golpeó con su cuerpo y empezó a girar alrededor de mí", explicó. En ese momento perdió de vista al escualo, pero vio a su hermano, que le gritaba. "Entonces lo vi venir, tenía la boca abierta".
El animal se llevó a Hassiem a 50 metros de profundidad y Hassiem sólo pudo salvarse una vez que el escualo seccionó su pierna derecha, para ser rescatado minutos después. "Lo más importante era la vida de mi hermano. Perder una pierna no es nada. Lo que no habría podido superar nunca es la pérdida de él", explicó tiempo después.
Achmat luchó contra su adquirida minusvalía y se dedicó a la natación. Tras recuperarse, aprendió a caminar con una prótesis. Dos años después participó de sus primeros Juegos Paralímpicos en Pekín 2008. En Londres se ha colgado su primera medalla, aunque hace mucho que la merecía.

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