No es un oso, es un tiburón. Si estás en medio de un ataque dale con todo lo que tengas: puñetazos, patadas, pícalo en los puntos sensibles. Pero ten cuidado hacia dónde apuntas.
"Se habla mucho de que se debe golpear a un tiburón en la nariz. Eso está bien, pero recuerda que justo debajo de la nariz queda la boca", dice Peirce.
"Se trata de un objeto que se mueve en el agua y tú tampoco vas a estar quieto, así que sera difícil golpearlo justo en un lugar tan cerca de la boca".
Un golpe en las branquias puede hacer el trabajo: "Las branquias son muy sensibles – darle a un tiburón un golpe en las branquias no es una mala idea".
¿Llevas algo contigo? Si es así, conviértelo en un arma. "Si eres un buzo con la cámara, goléalo con eso, si tienes un snorkel toma el tubo y pica al tiburón con eso", dice Peirce.
"He tenido un montón de tiburones que se me acercan demasiado y ha sido suficiente como para utilizar un 'billy', una varilla metálica pequeña entre dos y tres pies de largo con la que les he dado un golpe en la nariz".
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